Este artículo estudia cómo y porqué un grupo no despreciable de jóvenes de Santiago, entre los años 1973 y 2000, terminan sus vidas como drogadictos, esto porque después de luchar contra la dictadura, sienten gran desesperanza, debido a la reconfirmación del neo - liberalismo, entre otras razones. Una vez comenzada la transición a la democracia, la problemática existencial de los "hijos drogadictos de la dictadura" surge de su inadaptación al discurso construido desde el poder, constituyéndose como una singular cultura urbana que ha sido siempre abordada por miradas que desconocen las sensibilidades propias de los drogadictos. Por lo mismo este trabajo pretende escudriñar en la profundidad de este universo lleno de rituales, códigos y simbolismos que son su expresión más visible e incomprendida.