En este trabajo se analizan los discursos y las prácticas institucionales que moldean la intervención sobre adolescentes detenidos por causas penales en un centro de privación de libertad en Argentina durante el año 2009. Se trata de un abordaje cualitativo a partir de fuentes secundarias (reglamentaciones y normativas) y fuentes primarias (entrevistas a jóvenes y personal institucional y registros de campo de observación no participante). El objetivo fue caracterizar el despliegue de las prácticas institucionales que estructuran la pena privativa de libertad a partir de 3 dimensiones: los rituales institucionales, la gestión de los cuerpos y la construcción de subjetividades. Una de las principales conclusiones señala que allí se promueve un modelo de pedagogía de la subordinación, a través de la prevalencia de medidas de seguridad asociadas a la "peligrosidad" de los jóvenes, que limita sustancialmente los preceptos protectorios y educativos que legitiman formalmente el uso de medidas privativas de libertad. El análisis del modelo emergente en la gestión del encierro (principalmente a partir de la implementación de legislación acorde al modelo de Protección Integral de Derechos) aporta elementos relevantes para debatir el vínculo del sistema penal con los derechos humanos en general y de niños y adolescentes en particular.